Una nueva generación, un nuevo ‘tick’ del ya tradicional modelo tick-tock se ha presentado hoy mismo. Hablamos de los nuevos microprocesadores Intel Core i5 e i7 de la familia Ivy Bridge, que como ya sabréis se trata de una de las grandes presentaciones del año para Intel.
La razón de la gran importancia está en los transistores: esos 22 nanómetros que tanto tiempo hemos anhelado y que finalmente se han hecho oficiales. Aunque hoy es el día elegido por Intel para dar a conocer toda la información de Ivy Bridge, hay que decir que los procesadores empezarán a venderse a lo largo de las próximas semanas. No obstante, toda la información sobre Ivy Bridge la encontraréis a continuación, cocinada en uno de nuestros especiales.
Como siempre que evoluciona el proceso de fabricación, los aspectos que más mejoran son los relacionados al consumo energético. Por ejemplo, un dato que representa esta mejoría es el TDP del modelo puntero i7-3770K que se sitúa en sólo 77 vatios, por los 95 vatios del modelo i7-2700K equivalente en Sandy Bridge.
La introducción de los transistores en 22 nanómetros permite al fabricante hacer lo mismo en menos espacio. Esto lo han aprovechado para integrar una GPU más grande y más potente a la que han denominado Intel HD Graphics 4000.
Mejoras en el apartado gráfico
AMD está avanzando a un muy buen ritmo en los últimos tiempos en lo referente a las capacidades gráficas de sus procesadores. Ya sabéis que desde hace unos años los fabricantes se están centrando en crear CPU con GPU integradas, cuya potencia no está al nivel de las tarjetas gráficas dedicadas pero que, sin embargo, pueden servir al usuario medio.
Las nuevas Intel HD Graphics 4000 tienen en DirectX 11 su principal novedad, algo que ya sabíamos desde hace varios meses. Su rendimiento, según Intel, puede ser hasta el doble que el de las HD Graphics 3000 de Sandy Bridge. La palabra clave aquí está en ‘hasta’, claro, ya que en las propias pruebas de Intel entre el 3770K y el 2700K lo más habitual es encontrar una mejora de entre un 5 y un 15%, aproximadamente.
Dejando de lado el rendimiento bruto, una de las nuevas características que más me ha gustado es la posibilidad de utilizar tres monitores simultáneamente, refiriéndonos por supuesto a la GPU integrada. La placa base vendrá con tres salidas de vídeo (HDMI, DisplayPort, DVI o VGA, todo dependerá del fabricante de la placa) y podrán conectarse tres monitores independientes. En el caso de Ivy Bridge para portátil podrán ser dos pantallas externas más la propia pantalla del equipo.
Nuevos Core i5, i7 ‘Ivy Bridge’: conclusiones
El modelo tick-tock de Intel hace que anualmente veamos algún tipo de mejora. Mientras el tock supone un cambio drástico en la arquitectura (y con ello una mejora notable en el rendimiento), el tick evoluciona el proceso de fabricación. En este caso los nuevos procesadores Core i5 e i7 de Intel traen consigo los esperadísimos 22 nanómetroscuyas repercusiones se ven claramente: bajan el TDP de los 95 a los 77 vatios, una cifra muy buena.
El rendimiento de Ivy Bridge será superior al de los anteriores Sandy Bridge, quizá en torno a un 5 o 10% de media. No es una mejora gigante, pero sí un pequeño paso típico de cada nueva generación.
Esos 22 nanómetros no repercutirán sólo en un menor consumo, si no también en unosprocesadores más frios que, a su vez, tendrán un mayor rango de overclocking. Algunos análisis de los procesadores en desarrollo han conseguido subir el i7-3770K a los 4.5 GHz casi sin despeinarse.
Un aspecto muy interesante y que es de agradecer es la retrocompatibilidad: Ivy Bridge mantendrá el socket LGA1155, y de hecho podrá utilizarse en placas base anteriores con el único requisito de una actualización de BIOS, aunque se perderán algunas características y funcionalidades dependiendo del modelo de chipset. Asimismo, el usuario podrá utilizar un viejo procesador Sandy Bridge en una nueva placa con chipset Intel 7.
Por último las mejoras a nivel de nuevas tecnologías compatibles son siempre de agradecer: USB 3.0, PCI Express 3.0, DirectX 11, OpenGL, OpenCL, etc. También tenemos que comentar que los chipsets Intel 7 Series soportan Thunderbolt, con lo que la apertura de esta conectividad al mercado PC es ya una realidad a falta de que empiece a cocerse el hardware. Sobre ello seguiremos hablando, no os quepa ninguna duda.
Como habéis visto, en la información oficial faltan datos sobre los procesadores Intel Core i3 en 22 nanómetros. Una forma bastante habitual de lanzar un nuevo producto en esto del mundo de la tecnología es empezar por las gamas altas. Intel ha seguido este modelo de lanzamiento y nos han confirmado que seguirán lanzando nuevos procesadores de esta generación cada poco tiempo, y que además los Core i3 llegarán en torno a los meses de verano.